Contra el enemigo
La semana anterior Cali recibió el impacto de los registros fílmicos de actos delictivos en sitios públicos: un restaurante y la calle de un sector con gran atractivo turístico y cultural como lo es El Peñón. Estos sucesos, que se viralizaron en redes, se sumaron a las cifras de homicidios que señalan que el primer semestre de 2016 será más violento que el mismo periodo de 2015, lo cual dejó en el ambiente la sensación de estar en una espiral alcista de crimen y violencia. Por supuesto, las posturas políticas no se hicieron esperar: los más afines con la doctrina de la seguridad nacional pidieron militarizar a la ciudad -un término ambiguo que algunos explicaron como articulación entre los distintos servicios de inteligencia, mientras otros lo vieron como sacar destacamentos a patrullar las calles-; por otro lado, un sector amplio rechazó esta posibilidad y pidieron analizar mejor el fenómeno delincuencial en la capital vallecaucana a fin de tomar decisiones mucho más estructu