Trocha ancha

El pasado 23 de mayo intervine ante la Asamblea Departamental a fin de sustentar la importancia del ferrocarril en el desarrollo de la región. El contexto resulta simple de entender: la geografía y la presencia de un puerto marítimo, un aeropuerto internacional, centros de producción y centros de consumo exigen contar con infraestructura apropiada para la movilidad de personas y mercancías. Sin embargo, cuando leí la noticia sobre el nuevo fracaso de la concesión ferroviaria en el Valle del Cauca me quedó claro que aquí no hemos comprendido la trascendencia de este sistema de transporte. La realidad es que por más que estructuren bien la concesión y se generen condiciones que la hagan atractiva, su naturaleza actual la condena a ser un fracaso una y otra vez. 




En primer lugar hay que partir del hecho que el trazado de la línea férrea se mantiene intacto desde hace un siglo. La conexión entre Yumbo y Buenaventura se hizo conforme a las limitaciones de la ingeniería propia de la época y hoy el tren sigue recorriendo ocasionalmente este trayecto sin ninguna modificación. Las especificaciones técnicas de la línea -trocha angosta- impiden que los vehículos desarrollen mayores velocidades y limita su capacidad de carga, lo cual resta eficiencia y atractivo de los potenciales clientes del sistema férreo. A esto se suma que la red está invadida en muchos tramos por viviendas, tiene pasos a nivel irregulares y en otros sectores la minería  ha generado movimientos e inestabilidades en el suelo. Grosso modo, el panorama luce complejo y no solo es un tema de contratación y estructuración de una concesión.

En segundo lugar, el ferrocarril no tiene manera de competir con la carretera. El trazado va y viene de Cali, desconociendo dinámicas propias de los nuevos tiempos. Mientras de Buga se puede ir hacia Buenaventura sin pasar por Cali en una doble calzada, el tren no ofrece una alternativa que le compita. Si a futuro se quiere consolidar a la Ciudad Señora como un nodo logístico y puerto seco, una línea férrea que la una directamente con el puerto traería consigo efectos muy positivos que incluso podrían determinar las decisiones de localización de nuevas empresas en la región. Si la estrategia de fortalecer los sectores productivos del centro y norte del Valle se logra cumplir, no dudo que el tren será un actor fundamental y determinante del desarrollo económico local. 

Esto, insisto, será posible con unas especificaciones técnicas distintas a las actuales, que además de contemplar un nuevo trazado férreo se requiere que este se construya con trocha estándar, que a futuro podría incluso pensar en vías férreas con tendidos eléctricos. Hoy el proyecto de Plan de Desarrollo del Valle del Cauca debe contemplar los estudios de prefactibilidad y factibilidad de este macroproyecto de infraestructura. A eso fui a la Asamblea Departamental, aspiro entonces haber sido escuchado.

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