Cantos de sirena
Recientemente circuló por las redes sociales una infografía que desglosaba algunos de los principales componentes del gasto militar. El público lo tomó con indignación, como era previsible, al suponer que el gasto militar representa un costo de oportunidad inaceptable: un peso que va a financiar la defensa nacional es un peso menos a la salud, la educación o la atención a los más pobres. Es decir, la mejor opción que deja de tomarse por financiar el funcionamiento de la flota de aviones, helicópteros o dotar apropiadamente a los soldados es atender a un enfermo de gravedad en un hospital. De alguna manera es cierto, pero a priori, al contextualizar el caso colombiano, podríamos ver que no lo es tanto . Hace un par de años, en una exposición que realicé a estudiantes del curso de Política Fiscal de la Universidad del Valle, señalé que el Gasto en Defensa y Seguridad en Colombia es alto, ocupa una importante fracción del presupuesto nacional y ese aumento ha tenido de alguna forma