El mes pasado, unas cifras compartidas por Juan Gossaín suscitaron toda una controversia, al presentar un panorama de crisis en Cali. Si bien a tiempo se pudo controvertir que la realidad económica es distinta a la planteada por el reconocido periodista, sí dejó un planteamiento que tras la emergencia de ayer por las lluvias no debería seguirse tomando a la ligera: en Cali hay una ruptura entre el núcleo próspero y la periferia empobrecida. Y esto no solo incluye al Distrito de Aguablanca, sino a los asentamientos irregulares que se fueron desarrollando a lo largo de los cerros y que hoy conforman la comuna 1, la comuna 20 y la comuna 18. En las periferias de la capital del Valle coexisten el desempleo, el subempleo, la violencia, la falta de infraestructura, la baja calidad y cobertura de los servicios y, ahora, queda en evidencia que también sufren con mayor intensidad los rigores del clima cambiante. Ayer murieron seis personas en una humilde vivienda de Sil
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