El nuevo municipio
Conmoción ha causado en algunos círculos de la ciudad de Cali la propuesta de un grupo de habitantes de la comuna 22 de la capital vallecaucana, la más rica y homogénea en cuanto a niveles de renta y que hace unos años se escindió de la comuna 17, otra próspera aunque menos homogénea, cuyo proyecto consiste en la separación de buena parte del sur de Cali para constituirse en lo sucesivo como un municipio, el cual no sería menos que el más rico del Valle del Cauca y quizás del país, por su nivel de renta per cápita y niveles de desarrollo humano; la primera consecuencia de la separación de esta zona sería el golpe fiscal para la ciudad de Cali, teniendo en cuenta que sectores como Ciudad Jardín son los que más tributan al fisco municipal y sostienen buena parte del presupuesto del Gobierno local. A la luz de la conveniencia para Cali de este proyecto, algo mezquino para mí, la conclusión es que es nocivo para la capital del Valle desde donde se le mire.La separación, por un lado y como se indicó anteriormente, supondría una pérdida irrecuperable de recursos vitales para el funcionamiento del municipio y es un riesgo que ningún gobierno interesado en la inversión pública estaría dispuesto a correr. Pero por otro lado una eventual separación supondría una pérdida de tierras enorme que afectaría la expansión urbana y la actividad turística, como el hecho que Pance no sería de Cali sino del nuevo municipio o pérdidas simbólicas que tendrían gran trascendencia práctica en un futuro cercano como el hecho que muchas de las mejores universidades de la región y del país, como la Javeriana y la ICESI, estarían a disposición de un nuevo municipio y no de la ciudad que merece un carácter internacional como Santiago de Cali. Una ciudad de dos millones y medio de habitantes perdería buena parte de su patrimonio por las presiones separatistas de unos líderes que dicen hablar en nombre de menos de 25 mil habitantes que alberga la comuna 22 y los corregimientos del sur de la ciudad, como Pance y Hormiguero.
La pregunta es, ¿qué hará autosostenible a un nuevo municipio?, si se trata de una nueva ciudad dormitorio, creo que la mejor alternativa es hacer el arreglo necesario para garantizar que la Administración de Cali asuma con responsabilidad sus compromisos con la comuna 22; no justifica que se cree un municipio cuya riqueza esté dada por su vecina capital, no hay justificación para creer que esa nueva unidad administrativa y entidad territorial tenga autonomía si económicamente no logra ni logrará la autosostenibilidad. Finalmente no es un secreto que buena parte de los servicios que produce la comuna 22 van a satisfacer las necesidades de otras comunas, como se indicó en los servicios que prestan las universidades, y buena parte de los bienes que se comercializan en esta zona no son producidos ni consumidos por sus habitantes. Cuando se haga el debate con toda la altura y el rigor técnico necesario probablemente se descubrirá que la propuesta esconde quizás intereses mucho menos loables que el deseo de mejorar las condiciones de vida de quienes se consideran menospreciados.
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