Educación en Economía: una forma sin fondo

Por: David Forero Muñoz*

La economía es una ciencia joven cuyo desarrollo conlleva a múltiples debates y conjeturas que están en constante revisión, esto último debido a las características de su objeto de estudio, el comportamiento social.

Dentro de los múltiples debates que se suceden en este saber hay uno bastante particular e interesante- aparte de ser muy relevante-, cómo enseñar economía. Ahora bien, el debate en torno a esta problemática se generalizó de forma errónea hasta llegar al punto en que la discusión central es cuántas matemáticas se deben impartir al momento de formar a un economista. Este ha sido, en alguna forma, un error grave que ha hecho que se pierda de vista el objetivo primordial, enseñar economía adecuadamente.

Para solucionar este problema hay que partir de la definición de economía -cosa obvia y aparentemente trivial, pero que muchos pasan por alto-. La Economía es una ciencia que busca entender el comportamiento de las sociedades, y construye conocimiento a partir de modelos sustentados en la observación, los cuales mutan y se re-evalúan en la misma medida en que las sociedades lo hacen, eso es la ciencia económica, y por ende es lo que debe estar en capacidad de hacer un economista, el conocimiento -matemáticas, historia, política- pertinente es el que le permite desarrollar la capacidad de hacer esto, cosa que desconocen muchos estudiantes de pregrado quienes a veces no diferencian claramente la economía de la administración, o sencillamente no saben qué hace realmente un economista; los docentes les explicaron con tanta devoción y profundidad los modelos fundamentales, que se les olvidó contarles para qué servían; obviamente, si uno desconoce la funcionalidad de una herramienta también desconoce sus alcances y limitaciones-explicativas en el caso de los modelos económicos.

Hay muchos problemas que rondan la enseñanza en Economía, los cuales resulta difícil entender y explicar. Pero el primero es que no existe una voluntad común por parte de los docentes en cuanto a explicar algo tan básico como qué es y para qué sirve esta ciencia. Si un estudiante no entiende esto, puede pasar toda su vida perfeccionando el razonamiento de Cournot y Bertrand sin llegar a ser un verdadero economista.


*Columnista invitado. Estudiante del Programa de Economía de la Universidad de La Salle, Bogotá, D. C., Colombia.



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