Protesta sí, paro no
La protesta es un derecho que toda democracia debe conceder a sus ciudadanos. En gran medida, tranquiliza saber que en Colombia la movilización y la oposición manifiesta a iniciativas de origen gubernamental es permitida, aunque los más radicales consideren que la autoridad policial que restringe los excesos cometidos en las manifestaciones masivas es un ataque a las libertades individuales. Pero eso sería otro tema. Creo que en el fondo es necesario sostener con sólidos argumentos los motivos por los cuales el paro de los estudiantes que protestan contra el proyecto de reforma a la Ley 30 merece una reprobación, aún cuando los motivos que generan la indignación sean loables. Finalmente, una cosa es defender la postura de educación superior gratuita y de calidad y otra cosa es oponerse a los bloqueos viales, a los actos vandálicos y la manipulación de la información de forma tendenciosa. El paro se me asemeja a la protesta que la familia del enfermo hace por la atención negligente