Cheques en blanco
Que el municipio de Cali como el departamento del Valle del Cauca necesitan reestructurar la manera en que se administran y gobiernan sus recursos es una realidad. Tanto la gobernadora como el alcalde han presentado a sus entidades de control político la solicitud de facultades extraordinarias para reformar los gobiernos que presiden y existe un interés de la opinión pública de entender lo que se quiere hacer en los órganos de administración. El asunto es muy sencillo: ambos piden facultades legales, pero no anuncian aún qué reformas van a plantear, por lo cual asaltan dudas. Tanto en el concejo como en la asamblea departamental piden los respaldos que den viabilidad técnica a las decisiones que tomen los gobernantes facultados; sin embargo también hay temor porque esto supone, también, tocar el bastión de la clase política tradicional colombiana: la burocracia. La incógnita es si los concejales y diputados están dispuestos a permitir una cirugía en el recurso humando de la ad