Entradas

Una patria pequeñita

Imagen
Palau de la Generalitat, en Barcelona (España) tomada por el autor el 12 de noviembre de 2019 Me atreveré a escribir sobre el conflicto catalán, estando a 10 horas de España en avión, luego de unos tres años estudiando el fenómeno y tras haber pasado algunos días en un pueblo profundamente independentista en la Costa del Maresme, en Cataluña. Y cuando digo que es independentista, hablo de un pueblo en el que el 80% de sus votantes eligen partidos de izquierda separatista y en donde afanosamente buscan los 72 votos que salieron depositados por el partido fascista Vox. No será fácil, pero intentaremos reflexionar en torno a uno de los conflictos políticos más mediáticos y complejos que ha vivido España en 40 años de democracia. Comencemos por establecer que Cataluña, con algo más de siete millones de habitantes, es la comunidad autónoma más industrializada de España y representa algo así como una quinta parte del PIB español. Excepto Madrid, que es el epicentro de servicios...

El poder incómodo

Un abrebocas Colombia ha sido un país de huelgas y paros en el último siglo, pero no ha sido un país de movimientos populares con alta incidencia política. Y aquellos movimientos con alguna clase de motivación política terminaron en sucesos violentos y de ingrata recordación: Marquetalia y luego las elecciones de abril de 1970, que dieron vida al fatídico M-19. Por lo general, las huelgas en Colombia han obedecido a grupos de interés muy específicos, como el paro indígena, el paro agrario o el paro camionero, que impactaron a la economía pero poco o ningún cambio sustancial generaron en el contrato social. Quizás la violencia, la confrontación armada y una inexplicablemente estable democracia han mantenido a los colombianos sumidos en la docilidad, en esa extraña sensación de creer que cualquier levantamiento popular es por definición inconveniente y peligroso. Ese rasgo conservador de la Colombia urbana ha hecho que el cambio social sea a menudo lento y se perciba en el am...

El muro de Duque

Imagen
Donald Trump ganó en 2016 prometiendo al electorado más conservador de los Estados Unidos que construiría un muro a lo largo de la frontera sur para frenar la entrada de inmigrantes ilegales provenientes de México y de los países centroamericanos. Build The Wall fue quizás el mensaje más demoledor que logró que el electorado adoptara. El muro se volvió en un escenario común en el discurso del candidato y ha seguido siendo el mensaje del ahora presidente para mantener alineado a su electorado. Sólo hay un problema: no es más que un artilugio muy efectivo de propaganda política e ideológica, pero con poca utilidad práctica. Trump logró convencer al elector más conservador de los Estados Unidos que el problema es que los inmigrantes ilegales son un peligro para la seguridad nacional y que en la frontera sur hay una verdadera crisis. No importa que los datos sugieran lo contrario: que los delitos cometidos por inmigrantes son marginales y que año tras año se reduce el número de pe...

Cali, la ciudad que quiso dejar de ser normal

Imagen
En 1971, Cali inauguraba un nuevo aeropuerto, nuevas vías, una ciudad deportiva y otra universitaria, abrió hoteles como el célebre Intercontinental y en el siguiente lustro se dotó de una central de transporte carretero -el ferrocarril, que permitió que Cali pasara a ser un pueblo pequeño a una capital regional, venía en franco declive-. En ese aspecto bien vale la pena precisar un dato: antes del Ferrocarril del Pacífico, la población de la capital del Valle no llegaba a treinta mil habitantes; a mediados de siglo la población se había multiplicado por 10; para 1980 se había multiplicado por cinco con respecto a la década de 1950 y a finales del siglo XX ya la ciudad se acercaba a los dos millones de habitantes. Sin embargo, el protagonismo que tuvo la ciudad con los Juegos Panamericanos de 1971 se fue diluyendo con el paso de los años: las infraestructuras nuevas fueron pocas desde entonces, la actividad económica empezó a mostrar señales de cambio a las cuales la ciudad no...

El desafío de pensar

Imagen
A raíz de las protestas en el Cauca, de la agitación que se vive en el país, de la postración política en la que estamos desde hace años, de repente sentí la necesidad de ver con claridad en qué creo. No es fácil, en un país donde la exaltación y las pasiones nos suprimen a menudo la capacidad de reflexionar. En un país como Colombia, pensar se volvió un desafío. Y no porque no tengamos capacidad para hacerlo, sino porque nos hemos entregado a la pugna persistente, vivimos pasando la cuenta de cobro, buscando culpables, enemigos, responsables. No ha sido excepcional el tema de la Minga indígena. Y vuelvo y me lo planteo, ¿en qué creo? Creo que la Minga tiene razón de ser. Creo que el camino elegido por los indígenas es el equivocado. Creo en la no violencia como el único camino razonable; las vías de hecho son, por definición, grandes supresoras de derechos fundamentales. El Cauca y Nariño padecen hoy la omisión de los derechos a la libre movilidad, los derechos de lo...

Cali: cinco cosas para construir sobre lo construido

Imagen
Propongo, desde mi experiencia más reciente, cinco cosas que el próximo alcalde de Cali debe mantener para construir sobre lo construido. Por supuesto, no es una verdad revelada y quizás el debate político que presenciamos ahogue estas ideas. Pero vale la pena exponerlas desde esta tribuna. Una de las ideas más arraigadas que tengo es que, para una sociedad democrática, resulta indispensable contar con dos elementos que, a priori, pareciesen antagónicos: por un lado, la alternancia. Ninguna instalación indefinida en el poder es conveniente. Se requiere que exista rotación en el liderazgo de la sociedad, sobre la base que esta camina sobre un continuo proceso de aprendizaje colectivo - fundamentado en el ensayo y el error-, y estos aprendizajes sólo se vuelven prácticos y reales cuando los implementa alguien distinto siempre. Por otro lado, creo que es necesario que se construya sobre lo construido. Esto supone tomar lo bueno, corregir lo malo y adoptar las lecciones que deja...

Perspectiva para el Valle del Cauca

Imagen
Es un año electoral y siempre es una buena excusa para pensar en qué tanto hemos avanzado y qué tanto nos falta. El primer paso para construir una perspectiva lo más apegada a la realidad es dejar de lado los apasionamientos y el sesgo político. En este caso, con una región en el fragor de una campaña electoral que toma fuerza, es importante señalar que el Valle del Cauca es un departamento con una gran perspectiva y que eso marca un contexto que determina bastante lo que se hace hecho, lo que se hace y lo que se debe hacer en los próximos años. El Valle es una de las tres regiones que mayor riqueza genera en Colombia, luego de Bogotá y Antioquia, con una diferencia sustancial: tiene la oferta productiva más diversificada del país y este fenómeno se ha venido acentuando en la medida en que la región se perfila como un epicentro de servicios. De esa región con vocación agrícola e industrial, hoy pasamos a ser una región con una fuerte influencia de servicios (BPO, por ejemplo...