Inflexión grata
Muchos de quienes lucieron como jueces supremos de la moral pública hoy posan como fieles arrepentidos ante el sorpresivo inicio del Gobierno de Juan Manuel Santos. Las soflamas que presidían los foros de opinión de los diarios y publicaciones colombianas antes de las elecciones presidenciales de mayo y la segunda vuelta de junio se convirtieron en abjuraciones explícitas que sorprenden tanto como el carácter pragmático y esa espléndida comunión de Santos con el poder. Sin ánimo de pretender la razón de quienes atacaron con vehemencia a los seguidores de Santos y a él mismo, más cuando su Gobierno apenas lleva unos pocos meses, conviene resaltar lo hecho y, más aún, recordar lo que debe lograr. En sus inicios como candidato, el hoy personaje del año no prometía mucho. Una publicidad lúgubre que contrastaba notoriamente en el discurso que enarbolaba Mockus, que si bien no se distanciaba de Álvaro Uribe, prometía corregir los vicios que parece pulularon en el Gobierno del hoy expresident