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El estreno de Escobar en la televisión local nos dispersó un poco del suceso del día, correspondiente a la elección del nuevo director general de la OIT, al que el hoy vicepresidente aspiraba. Realmente la derrota es lo de menos. Es un esfuerzo interesante que hizo el Gobierno colombiano el de posicionar a una figura nacional en el plano internacional. Y las críticas que hablan de dinero desperdiciado en una campaña fallida podrían hasta despreciarse: el riesgo de perder una elección está latente y es la incertidumbre la que motiva la participación de candidatos. Nadie aspiraría a un cargo si supiera ex ante que va a ser derrotado y si lo supiera, sencillamente no habría competencia.  El asunto no es ese, en realidad. Quienes se concentran en cuestionar la derrota sufrida por el candidato colombiano hoy tienen ese mismo defecto, tan característico de nuestra nacionalidad: la limitada concepción de la realidad. Insisto, perder no es un problema. Si se le quiere ver desde ese en...

Sisma ensangrentado

Si algo deja el horror del ataque a Bogotá, en plena zona comercial y de alta población flotante, es una evidente fractura de la sociedad colombiana. Ya lo habíamos visto antes: los países divididos hoy son más normales, Francia se debate en una fuerte polarización entre izquierda gobernante y derecha opositora; en los Estados Unidos las divisiones fueron más fuertes aún, cuando un ala profundamente evangélica y conservadora rechazaba al ala menos radical y encabezada por un mormón, sumada a la fuerte controversia entre demócratas liberales y republicanos conservadores con tesis opuestas en temas trascendentales. Pero Colombia hoy es un caso bien peculiar y el atentado permitió dilucidarlo en las reacciones fuertes de los máximos exponentes de la extrema derecha colombiana. Un atentado dirigido contra uno de los exponentes del ala más conservadora de la política colombiana en momentos en que el país es gobernado por un liberal moderado dibuja el esbozo de la divergencia manifiesta...

Una nueva Europa

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La economía es y será la que determine los resultados electorales en buena parte del globo, especialmente en el deprimido occidente. La victoria de Hollande en Francia ayer, contrasta con la victoria de Rajoy en España hace pocos meses, con la salida del moderado Brown en Reino Unido y la llegada de los tories de Cameron y la salida del conservador y controvertido Berlusconi y la llegada del técnico Mario Monti en Italia. Hoy, luego de conocer una presumible victoria del candidato socialista en la segunda vuelta de la elección presidencial francesa, conviene tener en mente una primera conclusión: fue una expresión del fastidio de la mitad del electorado francés al estilo de Sarkozy más que un deseo de los franceses de cambiar de rumbo del todo. Francia es la segunda economía de la Unión Europea y una de las cinco potencias económicas del globo. Desgastada, con un pie en la temida faillite y con un estado de bienestar en avanzado deterioro. En cabeza del presidente Sarkozy,...

El chivo expiatorio

Cuenta la tradición israelita que los judíos tenían como costumbre elegir a dos chivos. Al azar, uno de ellos era sacrificado por el sacerdote del rito como ofrenda a Yahveh. El otro era cargado con todas las culpas del pueblo de Israel, entregado al demonio Azazel. Era abandonado en el desierto, insultado e injuriado. Era el chivo expiatorio del pueblo. De maneras como esta, se purificaban de las culpas a aquellas almas acongojadas por medio de sacrificios.  En días anteriores asistí a un evento que a primera vista en nada se asemeja al ritual antiguo de Israel. Congregó a cientos de personas de todo el continente y en uno de sus módulos el sistema económico liberal, popularmente llamado capitalismo y neoliberalismo , recibió toda clase de insultos. No pude dejar de pensar que el sistema y las relaciones de producción en las sociedades económicas modernas ha sido tomado por muchos -no sin algo de ligereza-, como el clásico chivo expiatorio. El Capitalismo, tal y como lo c...

De gestos y otras mentiras

El asunto es sencillo: liberar secuestrados no es un asunto que deba considerarse un gesto político viniendo de las FARC. No es motivo de agradecimiento ni de asimilarlo como un gesto de paz. En ese orden de ideas, los asedios en el Cauca, el ataque constante contra la infraestructura económica y la sensación de inseguridad que ahora se percibe en la población deberían ser tomados como gestos contundentes de hostilidad. Y es que el conflicto armado en Colombia, aunque tuvo orígenes profundamente sociales, hoy no es más que una guerra entre un Estado de Derecho, reconocido internacionalmente y representante legítimo de los intereses de sus ciudadanos, contra una maquina criminal, trasgresora sistemática de la ley y reconocida violadora del Derecho internacional, como lo son las FARC. Me sostengo en la tesis que la liberación de cualquier rehén es un deber del secuestrador y no un acto caritativo con las víctimas. En ese orden de ideas, la liberación de Sigifredo López taparía el ho...

Lo que es bueno

Decía la famosa Celia Cruz que lo que es bueno hoy, quizás no lo sea mañana. Escueta pero acertada, esta frase aplica con absoluta facilidad a fenómenos como los que han venido aconteciendo con el sistema TransMilenio en Bogotá o que, parece, es una constante en la planificación de la provisión de infraestructura estratégica en Colombia. Pensemos lo siguiente: a finales del siglo pasado, el transporte público en las principales ciudades del país, especialmente en la Capital de la República, estaba en manos de verdaderos grupos de presión con características de cartel. La inviabilidad del sistema de transporte, que resulta pieza de vital importancia en una urbe, suponía la necesidad de poner término a una discusión de más de seis décadas y adoptar con sentido de urgencia un modelo revolucionario de transporte capaz de responder a las exigencias de movilidad masiva y a una mejora sustancial en los tiempos de desplazamiento. Apareció TransMilenio como la opción más viable: bajo costo con...

La rama de olivo

La rama de olivo es un símbolo antiguo. En la Biblia se habla de él como el símbolo del final del cruento diluvio universal; en la antigua Roma y en la Grecia clásica se nos habla de la rama de olivo como el símbolo que los ejércitos enemigos usaban para hacer ofrecimientos reales de paz. En tiempos modernos resulta memorable la rama de olivo en las manos de Yasser Arafat en la Asamblea General de las Naciones Unidas al hablar del cese definitivo de hostilidades con el Estado hebreo. Sin embargo también en estos tiempos, la rama de olivo en una mano ha significado tener empuñado el arma en la otra. La historia, afortunadamente, nos ofrece una evidencia muy fuerte para comprobarlo: en 1941, en plena Guerra Mundial, el Embajador del Japón en Washington, el almirante Kichisaburo Nomura, sostuvo extensas reuniones con el Departamento de Estado de los Estados Unidos e incluso llegó a ofrecer la paz como estrategia para la supervivencia de ambas naciones en medio de la devastadora Guerra. E...