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Ensayo de trenes

El interés por la historia de los ferrocarriles en Colombia me surgió por casualidades de la vida. Recuerdo que con mi padre solíamos ir con nuestro perro, un labrador dorado, en una caminata que nos llevaba hasta la desembocadura del río Pance con el río Jamundí. Una zona llena de plantaciones de caña y pastos para ganado. Recorriendo ese sitio, dimos con lo que eran los vestigios de la antigua línea del ferrocarril que venía de Cali, que nos condujeron a un viejo puente de acero sobre el río Jamundí, ya carcomido por los años, que  fácilmente podría tener entre 90 y 100 años: ¿cómo se transportaba entonces la gente entre Cali y el sur del país?, era evidente que en aquel entonces la gente usaba medios diferentes a las carreteras, que si hoy son incipientes, antes eran trochas. Y no me equivocaba, entre 1925 y 1970, el Ferrocarril del Pacífico extendió la línea sur entre Cali y Popayán, cubriendo municipios como Jamundí, Morales y Piendamó, en un tendido de aproximadamente 150 ki...

Asignaturas pendientes

Cali pasa por un momento impensable en años anteriores. No es para menos, desde finales del siglo pasado ha habido una seguidilla de administraciones aprehendidas por la corrupción, la negligencia y la desidia del electorado, a menudo dispuesto a ponerle precio a su voto. La intervención del Gobierno Nacional a Emcali, la captura de la ciudad por parte de bandas criminales y de grupos armados ilegales, el deterioro urbanístico y la pésima gestión financiera del municipio que lo puso al borde la bancarrota, fueron síntomas elocuentes de una crisis que se manifestaba y que, de hecho, aún se manifiesta. A nivel departamental la cosa no era tan diferente, recordemos que en hace poco me refería a la crisis del Valle que se veía reflejada en una desaceleración de la tendencia de crecimiento de su economía, sumada a la inestabilidad política manifiesta en la región: 10 gobernadores en menos de 13 años, cuando lo normal hubiera sido la mitad de esa cifra y que ninguno hubiese sido destituido...

De la guerra y la paz

Hace una semana escuchaba al Senador Juan Mario Laserna hablar de la guerra en unos términos inusuales para un político. En especial, habló de Carl von Clausewitz, el general prusiano que enfrentó a Napoleón y que se convirtió en uno de los teóricos de la guerra más importantes de la historia. Cuando uno estudia un poco de este militar, descubre una visión bastante racional del espíritu de la confrontación bélica, en especial cuando argumenta que la guerra no es sino la continuación de las transacciones políticas. En el contexto del conflicto colombiano, que tiende a ser reducido a la confrontación con las FARC, esa frase tiende a ser más cierta. Y es que definitivamente en la guerra la destrucción de las fuerzas enemigas a menudo no entra simplemente en la aniquilación física sino que debe comprenderse la derrota moral. En una perspectiva económica, ¿le conviene más al país aniquilar físicamente a las FARC o simplemente demarcar su derrota desde la arena política y, por qué no, ...

Emcali

Luego de 13 años, las Empresas Municipales de Cali vuelven a ser administradas y gestionadas por el municipio. Poco parecido el panorama de hoy con el que se veía en el año 2000, cuando las empresas públicas de la capital vallecaucana fueron tomadas por el Gobierno Nacional, ¿recordamos el panorama?, quizás muchos eramos bastante jóvenes para saber lo que ocurría en aquel momento. Una empresa cooptada por la corrupción y el clientelismo, cazadores de rentas insaciables que la desangraron e hicieron inviable. Los malos manejos la tenían endeudada, lo cual no era lo más grave, sino incapaz de honrar sus compromisos financieros. Los caleños estaban muy cerca de quedarse sin proveedores de electricidad, ante la incapacidad de la empresa prestadora del servicio de pagar el precio del insumo. Sí, Emcali era un monumento a la corrupción y a la extracción descontrolada de rentas.  La devolución al Municipio el próximo 3 de julio implica en primer lugar evaluar los resultados de una in...

La ley de hierro de la oligarquía

Robinson y Acemoglu destacaban que en no pocas ocasiones una oligarquía  se erige cuando antes de serlo depone por la fuerza a otra oligarquía. Fue así como en 1789 la clase dominante en Francia, autoritaria y excluyente, era sustituida por la fuerza por una clase social nueva que finalmente demostró tener vicios similares e incluso peores que los del ancien régime . Recordemos el Directorio, el Comité de Salud Pública y el régimen del terror de Robespierre. La llegada de Napoleón, el ascenso temporal de la monarquía y las revoluciones parisinas de mediados del siglo XIX, demostraron que la puja por el poder y el control de la nación difícilmente podría dirimirse sin la denominada mano de hierro de la oligarquía. Finalmente, una oligarquía no es otra cosa que la clase dominante del momento. Ayer Venezuela asistió a una puja entre una clase opositora y la oligarquía. Una clase opositora representada por lo que la izquierda ha denominado históricamente como oligarcas, mientras l...

Fanáticos

Al oír a los exponentes más radicales de la derecha colombiana, empezando por el mismo Uribe, uno percibe cierto tufo a fanatismo, porque actúan como ciertos jueces que sentencian a muerte a los que no han cometido más crimen que el de no pensar como ellos. Basta ver los epítetos con que tratan a Santos –traidor-, basta ver cómo se refieren a la agenda de negociación del Gobierno con las FARC en La Habana, dando por cierto algo que simplemente presumen que ocurre y descalificando notablemente, hasta el punto de la intimidación, a quienes apoyan la estrategia de paz del actual Gobierno. Hace casi tres siglos, Voltaire escribió un genial ensayo sobre el fanatismo religioso; aunque no creo que aplique en su totalidad, rescato algunos apartados: Entiéndese hoy por fanatismo una locura religiosa, sombría y cruel. Es una enfermedad del espíritu, que se adquiere como las viruelas. Los libros la comunican menos que las asambleas y que los discursos. Rara vez nos acaloramos leyendo, porqu...

Demagogia y crimen

Quien lee a los exponentes de la extrema derecha colombiana podría pensar que el Gobierno de Uribe Vélez fue como el alfa y la omega, el principio y el fin; ese complejo de Adán, en el cual sugieren que antes del popular expresidente colombiano no había nada bueno ni digno de admiración, se suma al complejo del mesías, que supone que estamos en un tiempo de apostasía a la espera del regreso triunfal del salvador de la República, sobre todo cuando luego de un hecho violento, por mínimo que este sea, se usa como síntoma de un deterioro de las condiciones de seguridad del país. La agenda de la extrema derecha ha estado concentrada en los temas de seguridad y tiene sentido, el mayor éxito de Uribe fue haber revertido ciertas tendencias en la criminalidad y la violencia galopante a lo largo del país, despertando pasiones, admiración y consolidando un Estado mucho más apropiado de su rol de propietario del poder y la fuerza. Sin embargo, cuando uno lee lo que piensan del Gobierno de Santos,...