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Mostrando entradas de septiembre, 2009

Los nuevos candidatos y la balanza política

Varias reflexiones deja la consulta de los partidos políticos opositores al Gobierno de Álvaro Uribe ayer. La primera, un tanto evidente, demuestra que la balanza política colombiana está claramente inclinada hacia el espectro conservador, es decir, aún cuando los sondeos de opinión tienden a tener su margen de error ayer se comprobó que las energías del país están en otro lado, bien mirando hacia la Casa de Nariño o hacia el sucesor natural del presidente Uribe; a manera de retrospectiva pocas veces en la Historia colombiana había habido tal menosprecio por la oposición como alternativa de poder político (buenas razones, seguramente, ha de haber). Como segunda reflexión, un tanto menos evidente y sí muy subjetiva, consistente en recordar que, aún cuando imperfecta, la democracia colombiana mantiene la tradición electoral y permite el libre ejercicio proselitista, dejando en cierta medida sin fundamento el grito polarizador que sugiere el autoritarismo gubernamental que anula a la dif

¿El Nuevo Orden?

Para muchos esa es la nueva realidad global: potencias históricamente fuertes hoy debilitadas por un ciclo negativo mucho más contundente que sus tesis económicas y unas naciones emergentes que buscan ganarse un espacio en el concierto de naciones; una tesis no tan equivocada pero no por ella acertada en su totalidad. La coyuntura económica actual y los resultados de las campañas militares emprendidas por los EE. UU. y la OTAN en los países del Oriente medio representan más bien la necesidad de un ajuste político y económico internacional que acople las nuevas condiciones de la economía y las relaciones entre los diferentes bloques geopolíticos a los objetivos que, siendo consecuente con los discursos de los jefes de Estado en la Asamblea General de la ONU, deben ser comunes a todo el globo: disminución de la pobreza, establecimiento de sistemas democráticos y respuesta global al cambio climático, por mencionar algunas de las características de ese modelo de desarrollo humano que actua

El buen Evo

Que sea indígena no tiene nada de malo. Un país tan pobre como Bolivia (sí, el segundo más pobre del continente después de Haïti) no tenía mucho que perder; magnates como Sánchez de Lozada, militares recios como Banzer o políticos intelectualmente versados como Quiroga o Carlos Meza no pudieron detener la crisis social y el atraso que la nación andina vive desde los mismos albores de la República. Así que elegir un indígena no puede ser visto como una locura sino como la decepción del pueblo con una tradición de gobernantes proclives a vivir alejados de la realidad del país. Hasta allí nada raro, muy genéricamente introducido el argumento podría pensarse que se trató de una buena elección. Pero Bolivia eligió a Evo Morales, gran jugador de fútbol, líder sindicalista y uno de los activistas indígenas más importantes del continente además de ser el autor intelectual y casi material del derrocamiento de Gonzálo Sánchez de Lozada. Un buen hombre, con buenas intenciones, en lo absoluto podr

Vecinos invasores

Así podríamos citar el estado de Colombia frente a sus vecinos, donde todos se involucran en sus asuntos internos pero ninguno es capaz de aceptar la viga evidente que atormenta sus propios ojos. Colombia firmó un convenio de cooperación militar que le permite a las actuales fuerzas estadounidenses, menos de un millar, estar en bases de las fuerzas colombianas en el territorio nacional como parte de la lucha contra el narcotráfico y las agrupaciones armadas ilegales que aún circundan los nudos rurales del país. Un convenio inocente cuya mayor inversión es un acondicionamiento de la base aérea de Palanquero, en Puerto Salgar, para permitir el alojamiento de efectivos de la Fuerza Aérea americana y de ese modo también permitir que los aviones de plataforma tengan abastecimiento y seguridad. Hasta allí el trato entre los gobiernos de Uribe y Obama es inocente, no compromete en lo absoluto la presencia de equipos de combate de última generación y no justifica la paranoia de Chávez y sus al

El primer aniversario

Hace un año el mundo se despertó con una noticia en principio inofensiva pero que sería el inicio de una pesadilla para millones: la quiebra del Lehman Brothers, el mayor banco de inversiones de los Estados Unidos, y la caída del sector financiero más influyente del mundo. Ese episodio que aconteció en el vistoso edificio de la Sexta avenida de Nueva York fue el reflejo de una burbuja que estalló en el sur de la Florida, más como una explosión atómica que financiera, que pronto se diseminó de forma impresionante por el resto del mundo. La decisión de unos agentes de endeudarse para adquirir vivienda en un contexto donde los precios de los activos no reflejan correctamente la información disponible en el mercado llevaron a la quiebra y la desestabilización política a un país tan lejano, y para un observador desprevenido ajeno, como Islandia y diseminaron un ciclo negativo que llevó a una poderosa influencia depresiva sobre la inversión privada y el consumo, cuyas caídas hicieron colapsa

La tierra de Israel y la Colombia 2025

Bastante inspirador resulta ver el video que circula por las principales redes sociales de Internet promoviendo a la Colombia del año 2025. En esencia muestra a una nación privilegiada por la naturaleza, como ciertamente lo es, potenciada por grandes proyectos de inversión en biotecnologías, innovación y ciencia, que promete descender los índices de pobreza a cifras ínfimas y caracteriza al país, ni más ni menos, como la nación más rica y desarrollada de América Latina. Claro, supongo que toman en consideración los cambios institucionales necesarios, la estabilidad política y la cesación de la violencia incruenta asociada al narcotráfico, pero es evidente que el proyecto es ambicioso, que a él no se llegan sin hacer reformas profundas necesarias para la sociedad y demanda una política, como lo sugiere Bourdieu, más alineada con el palpitar científico y académico. Para muchos es ingenuo creer que a la vuelta de dos décadas Colombia, un país escandalosamente complejo, va a ser una especi

La seguridad: el dolor de cabeza de América Latina

No hay región en el mundo como América Latina en la que la seguridad sea una obsesión de los gobiernos nacionales. Lejos de cualquier manifestación política o ideológica, sin distinción de modelos estratégicos de desarrollo, la inseguridad es uno de los más grandes flagelos que afrontan las capitales de América Latina y uno de los dolores de cabeza que a diario pone en jaque las políticas de los gobiernos de la región. Sin embargo la diferencia entre la inseguridad urbana en las ciudades latinoamericanas difiere sustancialmente del observado en otras latitudes cuando encontramos que en la región del sur del continente americano la delincuencia y el crimen operan como una función dependiente del narcotráfico y la debilidad institucional, sin excluir las relaciones entre el crimen y los rezagos sociales de los países que enfrentan graves problemas distributivos. Advierte Raymond Gilpin, vicepresidente de Economías sustentables del USIP, que el problema de la delincuencia debe ser visto c