Entradas

Mostrando entradas de noviembre, 2015

¿Por qué no habrá guerra entre Turquía y Rusia?

Imagen
Luego de los horrorosos ataques de París, poco tiempo transcurrió cuando una noticia puso a temblar al mundo de nuevo: Turquía derribó un avión de combate ruso que, según el gobierno turco, sobrevolaba de forma irregular su territorio en los límites con Siria. A este acto bélico siguió la reacción airada del presidente ruso, el poderoso Vladimir Putin, mientras el siempre arrogante presidente turco Erdogan se negaba a disculparse ante su homólogo. Pronto Rusia anunció retaliaciones diplomáticas -exigencia de visa a ciudadanos turcos- y económicas -restricciones comerciales de varios miles de millones de dólares-. La escalada verbal se mantuvo entre Moscú y Ankara, al punto que Putin pidió a sus compatriotas que abandonaran Turquía. La verdad, con ese escenario uno puede verse muy tentado a pensar que solo falta que el reloj marque la hora del estallido de la guerra. No obstante, la probabilidad que estas dos naciones escalen sus diferencias al campo militar es lo suficientemente

Optimismo moderado

Imagen
En un mes y diez días asumirá la administración de Cali el alcalde electo Maurice Armitage. Su elección, indudablemente, marca un hito en la medida en que un curtido empresario e inexperto en temas políticos logró imponerse sobre políticos expertos, algunos de ellos amparados por maquinarias como Angelino Garzón o con un capital electoral importante como Roberto Ortiz. Armitage llegó a la alcaldía como candidato independiente pero supo poner a su servicio valiosos apoyos políticos que catapultaron su candidatura. No obstante, la expectativa de los electores es que el próximo alcalde tiene gran capacidad de gestión que le impedirá gobernar atado a las maquinarias y a las empresas electorales y sin deber favores políticos, tan nefastos en la gestión pública. Las 220 mil firmas que lo avalaron le dan un manto de autonomía, se piensa, que derriba cualquier intento de los voraces políticos locales de transar apoyos por favores. Sin embargo, pienso que lo más prudente es mantener

París y los indignados

Imagen
La tragedia en París tiene connotaciones particulares: una amenaza extranjera termina arrebatando la calma a millones de ciudadanos de la Ciudad Luz y le quita la vida a cerca de 130 personas de 15 diferentes nacionalidades. No se afectó a ningún funcionario del Gobierno francés, ni a ningún símbolo del establecimiento de esta nación europea ahora comprometida en detener el paso del peligroso ascenso del Estado islámico, quizás el grupo terrorista más peligroso que haya visto el mundo. Ocho terroristas cegaron la vida de inocentes, personas como usted y como yo que aprovecharon su viernes para ir a cenar, ir a un concierto o asistir a un partido de fútbol. Por supuesto, esta masacre ha despertado la solidaridad y el repudio -especialmente en Occidente-; al menos en mi caso, Francia es, además de un ícono cultural, una de las tierras donde cuento con familia, con amigos y con la que tengo algunos pequeños vínculos, entre ellos el dominio de su idioma. Sin embargo, un hecho que