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Mostrando entradas de julio, 2011

Culpa sistémica

Si un hogar gasta más de lo que recibe como ingreso está en una mala situación. Si el jefe del hogar oculta y tergiversa la información y hace creer que todo está bien en Zión cuando sabe que sucede todo lo contrario, la situación definitivamente es grave. No hay país en el mundo que no se endeude, ni mucho menos empresas, familias o individuos que no lo hagan. Lo preocupante es cuando el endeudamiento excede la capacidad de pago, lo cual constituye un problema económico, pero más preocupante resulta ocultar o poner en riesgo todo el sistema económico y empresarial de un país por negligencia, porque ahí la situación se asemeja a un problema ético. Keynes decía que si te debo una libra, es mi problema, pero si te debo un millón es el tuyo. Ya el problema de la deuda europea y estadounidense o las dificultades del sistema productivo internacional es ahora un problema global, no es un asunto exclusivo de los implicadas de primer orden si bien en ellas reside por supuesto la responsabilida

Alcantarilla bajo nuestros pies

¿Se ha preguntado alguna vez qué hay debajo de las calles que usted recorre a diario?, la inmundicia de las ciudades discurre flagrante por los canales subterráneos de aguas negras, anónima e indiferente, quizás sometida al olvido de muchos que la recuerdan cuando contaminan las fuentes hídricas vitales para una sociedad. Nadie se preocupa por evitar que las contaminadas aguas residuales lleguen a los ríos sino cuando ya la contaminación es inminente. Ahora piense en la corrupción y el clientelismo como las aguas negras y los recursos públicos y la administración del Estado como esas fuentes vitales que están siendo untadas por la inmundicia de las malas prácticas políticas. En un año han estallado millonarios desfalcos al Estado en diferentes frentes fundamentales para la garantía de los derechos de los colombianos, como la salud y el sistema de pensiones; o frentes estratégicos para la gestión económica del país como la contratación en infraestructura y la administración de impuestos

¿Paranoia o realidad?

Desde las más conservadores facciones del uribismo, nostálgico con el cambio de gobierno, ha corrido en los medios y en la sociedad civil la idea cada vez más fuerte que el presidente Juan Manuel Santos está siendo responsable de un presunto deterioro de las condiciones generales de seguridad del país. Lo llamativo de la denuncia de estos ultraconservadores seguidores del ex-presidente Uribe es la inexistencia de cifras que soporten este argumento, en la medida en que la información disponible propone que el llamado deterioro de la seguridad ciudadana es más una cuestión de percepción que un asunto de repliegue de la autoridad legítima del Estado: el monopolio de la violencia en Colombia aún no vuelve a manos de grupos armados, si bien la presencia de grupos armados ilegales sigue manteniendo una peligrosa influencia en algunas regiones del país. Revisemos algunos indicadores: en 1999 los indicadores de homicidios en Colombia registraban 24.358 muertes violentas, en 2010 la cifra era 1

Dudas capitalistas

A propósito del artículo publicado hoy en El Espectador , me tomo la libertad de hacer parte con el mismo cuestionario: 1- Entre las distintas teorías económicas, paradigmas y modelos, ¿cuál se acerca más a su posición ideológica?, ¿por qué? 2- ¿La actual crisis económica mundial es el fin del capitalismo o es simplemente una crisis más dentro de los grandes ciclos económicos que alternan la bonanza con la depresión? 3- ¿Está de acuerdo con que los estados implementen impuestos a las transacciones financieras? 4- ¿Cuál es el modelo económico colombiano actual? ¿El Estado colombiano sí interviene eficientemente en la economía? 5- Teniendo en cuenta todos los paradigmas y modelos, ¿cuál cree que sería el modelo económico que más se adapte a las necesidades del país? Respuestas: 1. Franklin Delando Roosevelt decía que mientras unos piden explícitamente a las leyes económicas, otros están sirviendo como esclavos: la pobreza es como pagar un crimen que no hemos cometido y sin embargo en el